Salvatore Mancuso fue requerido virtualmente por víctimas de las Autodefensas Unidas de Colombia en la región norte del país.

Víctimas del conflicto armado de varias poblaciones de la región norte del país le interrogaron por diferentes hechos: Nueva Venecia, el Salao y sur del Atlántico, entre otras.

Tras escuchar las palabras iniciales del exparamilitar preso en Estados Unidos cuando habló de las condiciones de su sitio de reclusion, una víctima del conflicto, por la masacre de Nueva Venecia, Magdalena, le respondió que "por fortuna él estaba vivo".

"¿Cómo quiere pedir perdón si acabó con la tranquilidad y la felicidad de familias?", le reclamó una mujer añadiendo que se causó dolor a hombres y mujeres que no tenían nada que ver con el conflicto. A ella le asesinaron a dos hermanos, en el sur de Bolívar.

Le cuestionó la manera cómo en camionetas sacaban a los jóvenes que posteriormente asesinaban.

Otra víctima de Sitionuevo (Magdalena) le interrogó porque "acabó la tranquilidad de esa población". "Allá dormíamos con las puertas abiertas", le cuestionó.

Entre los relatos, una mujer víctima señaló que el día que mataron a su hermano en Fundación, Magdalena, ella también fue violentada, estando en estado de embarazo. "Como consecuencia de ese hecho violento, la niña me salió especial".

"Lo mataron porque dizque se había robado un caballo".

También, otra persona que dijo haber escapado de la muerte, tras ser sacado de su casa, agradeció a Dios por la nueva oportunidad de vida.

En los testimonios que se escucharon muchas familias indagaron por decenas de desparecidos pero que en la mente de Mancuso no están esos miles de casos.

Una víctima que cuestionó a la Fuerza Pública por la complicidad en las atrocidades que cometieron las Autodefensas, y que manifestó que perdonaba a Mancuso, también perdonó a la Policía "porque Dios me ha dado una cacheada a mi, hoy tengo una hija patrullera".